D. JUAN ENRIQUE FABRE
Entomólogo francés que nació en Sainte-Leons el 22 de diciembre en 1823. Murió en Serignan el 1 de octubre de 1945.
Asistió a la escuela de su pueblo y luego ingresó en la Escuela Normal obteniendo el título de maestro primario. Al mismo tiempo que regentaba un modesto establecimiento, hizo los estudios necesarios para ingresar en la segunda enseñanza y fue profesor en los institutos de Ajaccio y de Aviñón. Desde su infancia había mostrado una afición extraordinaria al estudio de la naturaleza, afición que aumentó con los años hasta convertirse en amor apasionado. Más adelante abandonó toda su ocupación y fijó su residencia en Serignan para dedicarse exclusivamente a las pacientes y originales investigaciones que han hecho célebre su nombre en el mundo de la ciencia.
De tanta modestia como sabiduría pasó cincuenta años de su existencia en un rincón de Francia, poco menos que ignorado de sus colegas y entregado a una labor casi sin precedentes en la historia científica. Siendo nonagerio llegó para el humilde hombre el reconococimiento oficial que nuca había buscado y al que se asoció la nación entera. En efecto, una comisión de sabios y de representantes del Gobierno, entre los que figuraba el propio Presidente de la República, fue a ofrecer a Fabre en su retiro el homenaje a que su extraordinaria obra le había hecho acreedor
Fabre ha sido llamado "el poeta de los insectos". Este calificativo revelaba su bella dedicación por la naturaleza. Su observación paciente y minuciosa, su amor al trabajo y su absoluto desinterés, han dado por resultado renovar absolutamente el concepto de la entomología, ya que le ha sido posible rectificar una serie de errores generalizados y aún admitidos por los naturalistas. Se encontrará muy poco en los libros de Fabre que no sea debido a su propia y perseverante observación, y antes de afirmar un hecho lo comprueba reiteradamente hasta persuadirse de su certeza.
Aunque tarde, llegó a la gloria Fabre, y si en su juventud era sólo conocido por algunos sabios que incluso no dudaban en consultarle las cuestiones más arduas (Darwin y Pasteur, entre otros), en su ancianidad llegó a ser verdaderamente popular.
El ilustre poeta Mauricio Maeterlink dijo de él: "Enrique Fabre es una de las más más altas y puras glorias que en este momento posee el mundo civilizado, uno de los más sabios naturalistas y el más marivilloso de los poetas en el sentido verdaderamente legítimo de la palabra". No menos expresivo se muestra el gran dramaturgo Edmundo Rostand: "Los recuerdos entomológicos me han introducido desde hace tiempo en la intimidad de ese genio encantador, sensible y profundo. Le debo una infinidad de horas deliciosas... Este gran sabio piensa como filósofo, ve como un artista, siente y se expresa como un poeta".
No se ha limitado al estudio exclusivo de la entomología, ya que se le debe unaserie de obras de divulgación científica tan notables como útiles, pero a decir verdad nada es comparable a los que tratan de su ciencia predilecta, como son los "Souvenirs entomologiques", en 10 series (Paris, 1879-1907), en la que, como indica su título, se encierran sus maravillosas y pacientes investigaciones sobre la vida de los insectos.
De entre sus obras citaremos las siguientes:
- Les ravageurs, récits de L'oncle Paul sur les animaux nuisibles à l'agriculture (Paris, 1870)
- Les auxilieres. Récits de l'oncle Paul sur les animaux utiles à l'agriculture (Paris, 1873)
- Le livre des Champs (Paris, 1881)
- Petit Encyclopédie des sciènces (Paris, 1890)
- Animaux, vegetaux, et terrains (Paris, 1901)
- Enciclopedia Universal Ilustrada. Europeo.Americana. Barcelona - H.de J.Espasa, Editores
- La vida de los insectos. Calpe. Madrid - Barcelona. 1920 (al final del artículo pueden descargarlo)
Con permiso de todos los que lean este artículo, he de decir, al respecto, que la ciencia si va acompañada, como hizo nuestro ilustre Fabre, es decir, teñida o tildada, con ecos literarios y poéticos, resulta entonces una entomología cantoral. Y, personalmente, me gusta como suenan sus descripciones. Recibe así mi más clamoroso aplauso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario